
Dedicada por Torre Nilsson a Alberto Tabbia Foto fija: ?
Donación: Edgardo Cozarinsky

Me pregunto en qué pensaba Torre Nilsson con esa cabeza de indio entre las manos.
En La vuelta de Martín Fierro, Hernández celebra: «Las tribus están deshechas; / los caciques más altivos / están muertos o cautivos, / privaos de toda esperanza, / y de la chusma y de lanza, / ya muy pocos quedan vivos.» En su primera parte, el Martín Fierro que el film adapta, el poema consagra como héroe a ese gaucho que la ilustración iba a relegar y la devoción popular iba a enaltecer; estaba lejos tanto del poeta como del estadista que le fueron contemporáneos la noción de «pueblo originario» que un siglo y medio más tarde persigue, con la fuerza de lo reprimido, a una sociedad que no termina de desbarrancarse.
No creo que en 1968 esta perspectiva inquietara al cineasta. Su mirada, sin embargo, parece desviarse del objeto que examina. Acaso esa cabeza de cartapesta y pelaje de utilería le trasmitiera, más allá de su artificio, un presagio que su vida, truncada diez años más tarde, no llegaría a confirmar.