
Autor: sin datos.
Medidas: 108 cm x 73,2 cm
La historia narra el enfrentamiento de la izquierda y la derecha peronistas en esa década. La película comienza como una comedia costumbrista y termina en una tragedia. En varios festivales me preguntaron cómo era posible que en una misma escena la víctima y el victimario gritaran, casi al unísono, “¡Viva Perón!”. Les expliqué que ésa era justamente la esencia de la historia. Recuerdo a varios amigos que, al salir del preestreno que hicimos en el cine Maxi, me decían: “Te felicito” y “Mi más sentido pésame”. Estábamos a un mes de las elecciones de octubre de 1983 y la mayoría de los argentinos creía que ganaría el peronismo nuevamente.
Afortunadamente no fue así, triunfó la ucr y Raúl Alfonsín asumió la presidencia.
Este film resultó el más premiado internacionalmente de toda mi filmografía, incluyendo el Oso de Plata y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Berlín. Sin embargo, la mayor alegría que me dio tuvo lugar hace algunos años, cuando estaba dejando mi auto en un garaje. Eran las dos de la mañana y el encargado, un hombre mayor, me dice: “Es la tercera vez que la veo y cada vez me gusta más”.
Son cosas que no puedo olvidar.
Un día peronista
Llevaba muchos años deseando hacer un largometraje vinculado a los enfrentamientos del peronismo de los años setenta, pero nada me inspiraba. Cuando, a fines de 1982, se publicó la novela de Osvaldo Soriano, la devoré y dije: “Este es mi próximo proyecto”. En la contratapa Ítalo Calvino afirmaba:
“Humor negro, acción vertiginosa, diálogos apretados y chispeantes, un estilo ríspido y seco, como el de un Hemingway heroicómico, hacen de esta novela una lectura apasionante”.
Sentí entonces la imperiosa necesidad de hacer de esta obra una película apasionante. Lo intenté y, en la opinión de muchos espectadores, lo logré. Eso fue posible gracias a dos talentos: el de Soriano –que no pudo colaborar en la adaptación debido a su exilio en París– y el de mi coguionista Roberto “Tito” Cossa. Juntos elaboramos un libro cinematográfico que resultó el perfecto relato con el que yo soñaba. Además, conté con un elenco excelente: Federico Luppi, Lautaro Murúa, Miguel Ángel Solá, Rodolfo Ranni, Víctor Laplace, Julio de Grazia, Ulises Dumont, Héctor Bidonde, Arturo Maly, Raúl Rizzo, una sola actriz: Graciela Dufau, y varios más. En fin, más de una docena de intérpretes que asumieron con mucho entusiasmo sus roles.
